El amor no tiene dueño
porque a todos pertenece,
deja de arrugar el ceño
que muy mal gesto parece.
El amor no tiene dueño,
pues depende de cada uno
si el interés es pequeño,
o quien sabe si ninguno.
Que de nadie es la cosecha
porque a todos pertenece,
pues aunque parezca estrecha
siempre de gratis se ofrece.
Tal vez algún lugareño
creyéndose inteligente,
deja de arrugar el ceño
si está cerca de la gente.
Porque con su soltería
hace lo que le apetece,
mostrando su altanería
que muy mal gesto parece.
Que flor de un día pareces
aunque pronto te marchitas,
pues mi atención te mereces
los días que más me irritas.
Que flor de un día pareces
a la que tanto yo admiro,
pero no quiero que reces
si luego te das el piro.
Tan alegre te levantas
aunque pronto te marchitas,
que a mis sentidos espantas
y mucho más los agitas.
Ya es hora de que comiences
a tomar tus decisiones,
pues mi atención te mereces
al regalarme tus dones.
Si por descontado sabes
que cuanto puedes me evitas,
por más que siempre me alabes
los días que más me irritas
