El ajeno

Ardua criatura al pliegue del ego,
crédula estrofa ocupada de versos,
andas confuso y con poco tiempo,
busca el universo en el eje de tu cuerpo.

El gentío debe saberlo, puedes más con deseo,
solo saborea de que estas hecho; eres el que respira hondo, el que se confía del viento.

Vives en el ardor del placentero,
incluso en el sosiego del lóbrego,
solo busca y verás de dónde procedes,
nada ingenuo, solo tienes poco tiempo.

Galerno que buscas el cielo, veo el éxodo al vacío en las noches de invierno; el río fuera de cauce bañándose en canal abierto, soy el que se humedece en tus cabellos.

Tan libre, tan cierto, tan completo,
tanto como el veneno; corro libre en tu elemento, envuelto en mil sentimientos; provoco estruendos, las mareas altas de tus sueños.

¡No! ¡no me hagas perder más tiempo!
¡escribe! ¡escríbeme en versos!
escríbeles a todos que haz descubierto
hablar con tu propio miedo.

Dile que soy quien te incita,
quien te motiva, dile que soy el de las mil maravillas; que por mi rebuscas esas palabra insípidas.

Dile que escribes del alma con tinta ígnea,
que escribes porque te da la vida;
dile en copla que no eres de ellos,
sino del tiempo, del ascenso, del aire,
ese que respiras.

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qué maravilla!!! :heart: :heart:

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Muchas gracias @Tali por el tiempo.

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