Edificando (serventesios 169)

Se agitaron los cimientos de mi ensueño
se agrietaron los tabiques de mi vida;
apuntalando los muros de mi empeño
he enlucido las paredes de mi huida.

Con el yeso removido de la muerte
con ladrillos que robé de mi condena,
construiré la fortaleza de mi suerte
en la arena miserable de la pena.

Sepultando mi tristeza en hormigón;
he enterrado en una fosa la mentira
he sellado los cementos de razón,
mi fachada enjalbegando, sin más ira.

Porque el ingeniero soy de mi existencia
único generador de mi verdad;
el operario que labra mi conciencia
¡el hacedor de mi propia dignidad!

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