Eco profundo

Millones de cristales forman espejismos
donde palpitan húmedas las entrañas
del hombre fantasmal
que vive dentro de sí
muriendo de miedo.

Unes tu cruz sin tener un dios
a quien poder trasformar en vampiro,
para colgarlo como murciélago
en cada una de sus pestañas.

Empápate con agujas la garganta,
y mira tus recuerdos agujereados en la arena como se deslizan rumbo al purgatorio al compás de cada soplo de vida.

Alcánzame, podrás acariciar tu propio corazón, descubrir sombras escondidas en tu alma, y ser el eco profundo que retumba
en la otra orilla del silencio, silencio.

1 me gusta