¡Qué hermosa es la vida! Tan hermosa que no parece real.
Eso dijo aquel hombre,
ebrio de alcohol y verdad,
y de debilidad también,
de una frágil melancolía
que no deja de expandirse
en los pulmones al respirar.
En el aire de la noche y en su reveladora claridad solo has de contemplar y no querer morir.
Eso dijo aquel hombre
mientras se doblegaba
a un cansancio inesperado,
sobrevenido por la nostalgia.
Y después continuó
caminando por el sendero
que lo llevaba a su casa,
hacia a un justo descanso,
transitorio esta vez,
quién sabe si también mañana.
En el aire de la noche
y en su reveladora claridad
solo has de contemplar
y no querer morir.
.
Eso dijo aquel hombre
mientras se doblegaba
a un cansancio inesperado,
sobrevenido por la nostalgia.
¡sabrooooso! Sentir esas ebriedades de las cosas que proporcionan felicidad, sopena de la decrepitud del cuerpo, los que nos juzgan por la apariencia del cuerpo, desconocen el estado real del espíritu, razon tenía Voltaire en el buen Brahamin. Aplausos y Saludos Andrés.
Gracias Domingo!!! Qué razón tienes, lo que esconde del espíritu la apariencia exterior… Y hay distintas maneras de elevarlo (la ebriedad es una de ellas), aunque luego todo decae, y vuelta a empezar, en un ciclo que durará lo que tengo que durar. Celebro que te haya gustado. Un abrazo amigo poeta.
Alli entra en operación la concepción moral frente al acto o el hecho individual, Lisbeth Kumar @Kumdeamor , dice que " no hay peor castigo que nuestro propio juicio" saludos Andrés