La vida te devuelve lentamente
lo que tú regalaste generoso,
por eso lo que siembres diligente
crecerá en el sendero sigiloso:
los frutos aparecen puntualmente
a quien trata la tierra cariñoso.
Prosigue tu camino sin demora,
el mar te espera tras una colina.
Disfruta el horizonte que enamora,
el sol las sensaciones ilumina.
Despierta tus sentidos con la aurora,
queda mucho paisaje en la retina.
No te detengas, llegará a su hora,
allá por el mar, donde el sol declina.
Una belleza de poema. Demostración de que lo “clásico” nunca pasa de moda 
.
Ahh que bello clásico, posee horizontes de esperanzas con esa verdad a veces medio oculta, de que la vida te devuelve en cierta medida lo que siembras, todo llega de una u otra forma!! Bellísimo, poeta!!! 
Diferentes formas de expresión, más allá de las modas. Muchas gracias. 
Algo de esperanza, necesaria en este invierno. 
Muy bien, muy bien
Muy buenos versos Rraffa, no hay nada mejor en el camino que el propio camino.
Saludos cordiales
Muchas gracias por tu lectura. Saludos.
Así es. Hay que saber cuidar y disfrutar lo que vamos encontrando en el camino. Saludos.
Precioso poema, Rafa!! Lo que se siembra, se recoge tarde o temprano, si no todo…alguna parte.
Hermosos endecasílabos que abrigan esperanzas…
Abrazos fuertes, amigo!
Gracias, María. Para recoger hay que sembrar. Un abrazo 