Puedo sentirte cerca, tan distante,
que me ahogo en el suspiro al pensar.
Mis ojos intentan ya no recordar
lo que en tu ser aún sigue constante.
El murmullo de tus besos resuena,
en la boca de mis sueños se queda.
Condenadas son las estrellas, llama
que sigue brillando, aún con tu ausencia.
Tus coordenadas me despistan,
y he perdido el norte,
encontrando tu horizonte,
deja que me encuentren, aunque se resistan.