Hay en la vida, un dilema siempre; un dilema cerrándose despacio. Y los días se sienten como un nido, donde la alondra hace su casa y va y viene, desplegando sus alas en el viento. Hay miradas de espera puestas en el alféizar y los claveles blancos se abren como bocas, saludando el momento. La esperanza encuentra su refugio, huyendo del dilema que palpita y se hace inevitable el transcurrir del tiempo. Aromas a incienso entran por las ventanas y afuera es un silencio. Adentro es…solo olvido.
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Y los días se sienten como un nido … y afuera es un silencio. Adentro es solo olvido.
Bella prosa poetisa.
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Cuánta nostalgia y certeza llevan tus bellos versos, poeta!!!
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Rotundo y melancólico final!!
Precioso todo tu escrito.
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Gracias por pasar, poeta. Abrazos.
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Muy amable, poeta.
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Gracias por visitar mis sencillos escritos, poeta. Abrazos.