Digo

En estas aceras inhóspitas
la noche se aferra al frìo
a los huesos de la ciudad
al hambre de sus hijos.
Hombre de hombros vencidos
como sauce a la orilla del río
ojos secos de cauces sombríos
manos huérfanas para sus niños.
Desesperada esperanza
abismo del pecho dormido
otro día nocturno crece
de todo lo que hemos perdido.

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Magnífico!:clap::clap:

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Qué buen poema, Juan Carlos.
Esos versos iniciales son magníficos…

:clap::clap::clap:

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Gracias compa, me alegra que te gusten. Abrazo

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Me emocionaste, gracias! :heart:

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Gracias Tali por emocionarte con una poesía. Eso denota tu sensibilidad.

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