El mar ahora le habla al viento y éste lo “punketiza” de crines leves de cuando el escarceo rompe las empenachadas espumas de “afro” seminal…
Y luego, con habilidad de pastelero, lo embraza gitanicamente en una especie de rotación elíptica, desequilibrante en la rompiente rocosa.
El mar se oxígena y fertilizándose de los restos de un castrato uránico… y al punto, lo “enafrofita” tejiendo en las costas, un albo encaje amarrado de espumas champáñicas, que, al beberlo, le otorgan belleza y lujurior.
¡¡Nunca entres al mar cuando el oleaje traiga colgajos de espuma!!.. porque te preña, del semen arácnido con que se engarza la belleza.
La espuma te endivese.-
Chane García.
@ ChaneGarcia.
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