Reconozco con tristeza
que soy una casa vacía en un precipicio
con el faro apagado.
Quizás por eso, los ojos me abandonan
en una deriva incalculable,
y ahondan en la distancia
que me aleja de mí misma.
Pero me repongo a tiempo
del silencio triste:
¡oídme!
yo sólo pido un vaso de aguardiente,
y que por dentro me arda la vida
…mientras muere.
18 Me gusta
Muy muy hermoso.
Un abrazo @Pequenho_Ze
1 me gusta
rebktd
4
arder muriendo … sublime siempre tú🍷
1 me gusta
Sinmi
5
Qué maravilla, así también me he sentido. Saludos cariñosos.
1 me gusta
A veces necesitamos que nos escuchen…
Profundo y conmovedor.
Abrazos.
1 me gusta
Que nunca nos falte ese vaso de aguardiente… Muy hermoso!!!
1 me gusta
Rraffa
8
Una maravilla como se forma ese grito. Abrazos
1 me gusta
Esa tristeza y ese grito de superación! Ese final!
Siempre mágica, Ze!
1 me gusta
JetSat
11
Mientras viva la propia muerte en la propia vida.
Exquisitas letras, una pizca de nostalgia en un vaso de aguardiente…
Un gran abrazo.
1 me gusta
¡Qué final! ¡Qué gran final!!!
¡Esto es maravilloso!
¡Bravo, maestra!!!
1 me gusta
Excelente poema, sencillamente!!
2 Me gusta
Magistral , perfecto, bellisimo !
1 me gusta