Estoy viviendo, al otro lado de la melancolía y todos los caminos ya se pintan de blanco. No veo, ninguna hora gris y hay naranjos en flor sobre los campos. Hace unas cuantas lunas, escribo de la vida y sus cantos azules, con trenes que van y vienen, sin probables destinos. Puedo escribir palabras que van a dar al aire y se llevan mis años y mis luchas constantes. En algún punto aparte, descansarán mis pasos el cansancio guardado, dejando los domingos pasar siempre serenos sobre la dulce tarde. Algunos proyectos que he cargado en la espalda, no saben dónde ir y me miran silentes. Después de las palabras, ¿seré la misma?
Siempre hermosa tu prosa poetisa!
Palabras de serenidad y sosiego después de las adversidades pasadas. Termina tu prosa con una muy buena pregunta, toda una incognita, a la que me atrevería a decir que deberías ser distinta, y muy renovada, para que tus palabras no caigan en saco roto.
Muy reflexiva tu prosa poética, me encantó Lucía.
Un abrazo.
A lo largo de la vida cargamos con proyectos que van quedando en el silencio. Ponerles palabras nos ayuda a decidir que queremos llevar en el camino. Un prosa que ayuda a pensar. Un abrazo.
Que bella reflexión lleva tu prosa poética, poeta!!!
Gracias por pasar, querido poeta.
Agradecida con tu visita. Afectuoso saludo.
Gracias Rraffa. Un abrazo.
Muy amable, querida poeta.
Precioso !!
Gracias por pasar, poeta.
Gran interrogante. Muy reflexivo. Todo cambia después de la palabra. Abrazos cariñosos.
Muy amable por pasar, Sinmi. Abrazos.
Qué bonito transmites…
Bravo
Agradecida con tu visita, poeta.
Hermosas tus palabras! Tú las llevarás siempre contigo…así, como ahora.
Preciosa reflexión!
Un abrazo, Lucía.
Un abrazo querida María y agradecimiento por estar en mi sencillo escrito.
Creo que no volverás a ser la misma… Al menos, yo no.