Desde la orilla de los ojos

Desde la orilla de los ojos,
con un mar no fingido
con el horizonte sin ordenar
para llorar no se necesita miedo,
se necesita ver el mar casi vacío.

Se trata de llamarte sin que me oigas,
te llamo tanto desde esta orilla,
desde dentro de las heridas con años.
Una lágrima abierta siempre se diluye
siempre con las miradas limpias.

Desde la orilla de los ojos
tienen prisa las olas,
para encerrar el mar que huye,
y se deshace en las manos de plomo.

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Excelente cierre para una bella composición poética. Un gusto pasar a leerle.

“Desde la orilla de los ojos
tienen prisa las olas,
para encerrar el mar que huye,
y se deshace en las manos de plomo.”

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