Con los ojos muy lejanos
buscando el color humano,
con la mirada perdida
y en sus manos mil espinas.
Forma parte del escombro
que no recogen las calles,
forma parte del absurdo
se alimenta de mentiras.
Con los dos brazos abiertos
para llenarse de aliento,
con los sueños ya perdidos
olvidados en caminos.
Con los bolsillos vacíos
por llevarlos mal zurcidos,
con la garganta vencida
de tanto llorar la vida.
Con cicatriz en el alma
de aprendizaje fallido,
latigazos en la espalda
llenos de miedo y hastío.
Con preguntas en el aire
que no responden los vientos,
con la premura del tiempo
que agudiza el sufrimiento.
Las letras de su agonía,
olvidadas… desahuciadas,
llenas de horror y de espanto
se apilan en las esquinas.
Se cobija en las pupilas
de un perro de compañía,
su compañero, su amigo
…hoy la razón de sus días…
Y busca en manos amigas
las migajas de un buen día
y se refugia en cartones
cuando se le acaba el día.
Gracias por mostrar en estos versos la invisible situación que viven tantas personas, que no son, que no cuentan, que no son jamás escritas, que no existen. Permanecen ocultas a la vista de todas en plena luz del día.
Hermosa manera de escribirlo. Coincidimos en el tema…
Hacer visible esas situaciones de los que hacemos invisibles para no dañar nuestra vista de seres superiores…
Un abrazo, amigo!!
Letras precisas y hermosas para pensar en cuántas cosas se hacen mal para que se den estas situaciones.
La vida es como un tren, compañero. Hay viajeros de primera, de segunda, del vagón de cola e incluso de los que lo ven pasar, sin poder nunca llegar a subirse.
Un abrazo, Ricardo.
Compartimos, además de sentimientos, una realidad que no se quiere ver
que se oculta, que se intenta disfrazar
Mi mujer ha trabajado también muchos años en albergues de Barcelona
Creo que sabemos de que hablamos
Gracias amiga
Tienes mucha razón sobre las clases sociales pero a mi como a tantos… nos estrangula las visceras
Gracias por tus palabras querída amiga
Otro abrazo gigante para ti