Derrotado

¡Oh, madre!

Detrás de nosotros, quedaron los restos:

pedazos humeantes de nuestro hogar,

veranos marchitos, sangre seca

sobre la que vuela el último buitre,

El viento. Nosotros.

Todavía recuerdo haber corrido hacia adelante,

hacia ese tiempo llamado futuro.

No somos dueños de ninguna tierra Madre!, ninguna tierra

será jamás nuestra,

Ningún país para depositar nuestros corazones desiertos.

Nunca - y sin embargo tan simple -

abriré una puerta

y sólo diré: “Buenos días, madre”.

Aunque este día es ciertamente pleno,

el trigo crece en la parcela,

y los árboles nos ofrecen

sus ramas agotadas,

frutos o sombras para que descansemos.

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La desolación de estos versos contrasta con su belleza.
Un gran poema, Juan Antonio.
Saludos :four_leaf_clover:

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Muy hermoso tu poema, compañero.
Se siente esa derrota en tus versos…
Un saludo, Juan .

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Maravillosos versos desolados, derrotados. Muy bellos. Felicidades :clap: :clap: :clap: :clap:

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Me llegó mucho, compañero, mucho. Gracias! :heart: :clap: :clap: :clap:

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Muchas gracias :blush:

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Muchas gracias :blush:. Me alegro mucho que te haya gustado

Me alegro mucho que te haya gustado :blush:

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Gracias a ti por tus palabras :blush:

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