Siempre equilátero tu imperio,
múltiples lados
−oh emperador Tiberio−,
a tu mando encadenados;
mas el misterio
rompe todos los candados.
No escatimes en el incubo,
la sucesión
no acaba llegando al cubo,
pentágono sigue el guión
y luego el jubo
súbelo al sexto bestión.
Pontifex Maximus, escucha
al Dios discreto,
parece traer capucha,
es un divino decreto
de gracia mucha,
pues siempre queda en secreto.
Pero pronto inaugurará
tu hermosa obra,
tú traza sin saciedad,
que el polígono no sobra
si nueva edad
la vitalidad recobra.
La dura piedra de tu puente
no será pan
como los demás: la mente
que venciera al gran Satán,
tenlo presente,
nueva vida nos traerá.
Imagen creada con Geogebra.
Sextillas polimétrica: 9,5,8,8,5,8 con rima cruzada