Dejarme flotar en el aire,
como si fuera una pluma,
mecido de acá para allá
por esta pereza tan dulce.
Sentirlo todo sin más,
como las bellas rosas
que contemplan la luz
en las gotas de rocío.
No quiero saber para nada,
si lo que miro es verdad,
ni percibir otra cosa
que esta suave galbana.
Y así dejarme disolver
como un blanco azucarillo.
Gota de savia que rezuma
con el balanceo de la rama.
Pixabay