Esta manera de la distancia
esta ocasión del olvido,
las formas e imágenes
que suman el vértigo.
En cada sombra un sueño disperso,
sobre cada silencio
una palabra olvidada.
Los cauces que alguna vez iniciaron
los eternos campos del pensamiento.
Soñar historias y no estar ahí,
retornar a un pasado
y descompletar la vida.
Actos y signos
señales y símbolos,
de fórmulas guardadas en la mañana,
secuencias instantáneas de la vida
y tanta realidad que jamás podrá ser soñada.
Que buen juego entre sueño y realidad en tus filosóficos y anhelados versos, poeta!!!
Me encanta este poema, Héctor. Tan entre lo real y lo soñado.
Esos versos me llegan especialmente.
Buen domingo, compañero
Ana María, muy agradecido con tu lectura y esas hermosas palabras tuyas.
Un gran saludo.
Muy agradecido, wallace por tu lectura y comentario.
Un gran saludo.
Me he preguntado si el soñador es omnisciente, o hay un ente mayor regulador de los sueños, que separa la realidad de lo onírico, quizás en una próxima lectura de este poema, encuentre rutas de comprensión a estás interrogantes, gracias por compartir @eternidad .
Lindo poema, amigo Héctor. La vida esta llena de realidades, creíbles o no, pero siempre llenas de historias que le dan sentido y las justifican, teniéndonos como personajes principales a veces y secundarios otras…; donde nos desempeñamos a como de lugar: VIVIENDO.
Aplausos
Abrazos
Domingo, muchas gracias por tu lectura, y la oportunidad que me das para pensar más allá del poema.
Un gran saludo.
Pedro, muchas gracias por tu comentario, sí tanta realidad que nos hace pensar, amigo.
Un gran saludo.
Gracias a ti, hermano.
Abrazo
Jesús, muy agradecido por tu lectura y comentario.
Un gran saludo.