Ayer hice llorar a un hombre,
fueron sus palabras en mi voz
que tumbaron la casa,
fue el olor que desprende
fuerte y atrevido,
el temblor de sus manos,
la altura en la mirada
y el calor de ese día,
la valentía,
las confidencias,
el dormir a su lado
entre susurros,
el despertar de los versos
cuando amanece;
ayer hice llorar a un hombre
que no estaba conmigo.
espectacular… sencillamente algo que debe estar en un atril en la vida de un hombre… Porque los hombres tambien lloramos, cuando una mujer nos habla al oido y nos espanta las tinieblas…