De haberlo sabido…
después de tanto tiempo,
que hoy finalmente
sucumbiría ante
tus inquietos deseos,
tus propuestas,
las que insolente
creí indecentes,
pues entonces…
desde antes,
hubiese aceptado,
esas… las que
de felicidad hoy me llenan.
Que me alegran el alma,
que me hacen volar
que por tu gracia, la inspiración
me inunda y me posee…
Las mismas que
de indecentes
no tienen nada,
mas son indecentes
porque confrontan
la insignificante vida,
retan el alma,
retan la alegría,
retan la dejadez,
que se halla servida…
que me hacen salir
de mi realidad arcana,
monótona y aburrida,
esa… la que me inspira
la que rompe con la desidia.
La misma que atraviesa
la oscura y densa calma,
que es tensa y me sostiene
en una embrolladura
de niebla tupida,
o bruma opaca
que me embelesa,
que con pasión aplasta,
retan mi diario vivir
sacándome de la estocada,
esa la que quiere llevarme
de fundillo pal´estanque,
pero que la alegría
va socavando
en el trémulo desprecio
que saca volando.
Amor de mis quebrantos
que quebrantos no han sido,
ilusiones sí, que pérdidas parecieron
y sin fuerza perecieron,
pero holgazanas han emanado,
de los ociosos tiempos
que robamos de las rutinas
a nuestras diarias jornadas…
inquietas, traviesas,
cómo chiquillos, inocentes…
han resurgido,
únicamente buscan converger
en un espontáneo juego,
solo exploran, el disfrutar,
sin afanes o apresuramientos,
pues su inocencia
solo les permite recrear
el presente sin miramientos,
ni reparos en contravenciones
que van de frente contra el tiempo.
Unidad de medida, el tiempo,
que para organizarnos
hemos inventado…
pero que de él,
nos hemos convertido
en sus esclavos,
en la corrida diaria
como estampida
que los segundos
y minutos van cayendo,
cuál laminas despavoridas
en el registro de nuestros
quehaceres diarios.
Quiero tomar mucho aire
que provenga de tu aliento fresco,
con ímpetu guerrero,
lleno de vida y deseo,
ese aire es el que quiero,
al hacer realidad estas palabras,
se harán realidad tus deseos,
¿Cómo?, no sé, pero si lo quieres
es también lo que yo quiero,
entonces tómalo que es tuyo…
y mientras ocurren los sucesos
en mi mundo paralelo
el de los mil universos
yo feliz me pongo,
más que sea uno solo,
de todo el multiverso
te dedico una canción,
será nuestro secreto…
Gracias cariño mío,
muchas, muchas gracias te digo,
por exaltarme, halagarme
y sobre todo por hacerme sentir
lo que provocas y experimento al vibrar…
cada vez que por tu ventana
la que abres entonces te miro
y me sumerjo en este mundo paralelo
lleno de vida y de excitantes encuentros
se siente bonito, así quisiera
recostarme por siempre,
en ese tu regazo de ensueño
que por ser mágico se disfruta solo así,
cuándo nos secuestramos en el tiempo
de otros convertidos en nuestros.
Me gusta que tu mente volátil
eleve tus pensamientos
como el aire caliente
que de la caldera sale,
mientras soy yo tu incentivo
y por encanto tú el mío,
en inspiración explicita
que ahí mismo
como deslizamiento de tierra
se va desmigajando.
Todo esto para aceptar y decir
que me gusta me desees,
te pongas como hierro de herrería
sí… confesarlo debo,
pues entonces lo confieso,
de ti me gusta en demasía,
tanto y más…
que sobornada me tienes,
cuando me pones igual,
o tal vez extiendes,
mi mente lasciva
que de obtusa
pasa a ser condescendiente,
seducida se contagia
se abre y se eleva incitada,
tu olor exquisito
es conexión vital
que huelo e inhalo
inundando mis poros
desbordando todo mi cuerpo,
encantada me va llevando
fuertemente atada al lazo
ya seducida asiento y me dejo
conducir por los laberintos
de las mieles del deseo,
pues alteras mis sentidos,
cambias mis preceptos
mi realidad disuelves
contaminando la razón inclemente,
volteas mis determinadas decisiones,
que convencidas reposan
en la tranquilidad
de la noche esquiva,
o en el afán del día…
¡cuidado no te confíes, me grito!
que a hurtadillas robas
de los tiempos que no te pertenecen
y que muy bien sublevas
con palabras exquisitas
al ritmo de melodías intensas.
Una energía distinta se respira
y aunque quiera y no quiera
en realidad vivir esto ¡sí! Codicio,
aunque sea verdad o producto
de mi irrealidad suprema,
efímera o incluso tácita,
al final el cerebro no distingue
entre realidad, ficción o falsedad
que la alegría es una,
provenga de donde provenga,
o de donde provenir pretenda,
que ahí esta y es solo disfrutar,
es tomarlo y hacerlo mío,
es que se notan las hormonas,
expiden un aroma diferente…
a feromonas, a endorfinas,
entorchadas entre oxitocina,
dopamina, serotonina…
de las mismas que hablaba
allí, el otro día….
en “Efemérides del remanso”,
que aquí no combina,
pero para que me entiendas
se deriva de aquel mismo olor exquisito.
A veces me pregunto…
¿Por qué ser feliz cuesta tanto?
¿Por qué, de prejuicios nos atiborramos?
Es que nos ahogamos en insensatas
y catastróficas incertidumbres,
de compromisos que no corresponden,
a nuestro verdadero ser y esencia
que adquirimos o heredamos
en el afán por más…
que debemos a casa llevar el pan,
con la idea falsa de estatus y comodidad
que bienestar supuestamente nos da
la celda que masacra nuestra tranquilidad
reflejada en ansiedad, en el afán
que no nos permite disfrutar, ni ser,
pues como caballo desbocado corre
sin tregua ni siquiera para recapacitar,
oculta entonces la creatividad,
ridiculiza bailar, cantar, pintar…
que son cosas de los artistas urbanos
si de aquellos los del momento
que la fama han robado nuestra conciencia
pero artistas somos todos que no vemos
pues los ojos y sentidos tenemos tapados,
que la madre tierra bese nuestros pasos
al descalzos caminar, hasta esto hemos perdido,
los zapatos como tatuajes se han adherido
aislándonos de nuestra madre que abrazarnos quiere,
ella se viste de ropajes verdes y cristaludas aguas
un cielo celeste le recubre de día,
en las noches
el firmamento estrellado
se viste de estelas,
lo simple se sirve, afable,
que en verdad felicidad complacida ofrece.
Entonces con insistente
preguntadera como niña de 2 años,
formulo las incuestionables
e inquietantes dudas que me asaltan…
¿Por qué… nos dejamos embardunar
del estrés del día a día que nos consume?
¿Porque si al fin y al cabo,
ser feliz no cuesta tanto?
¡es simplemente vivir y ya!,
tan fácil pero tan difícil…
¿Por qué nos encasillamos tanto?
¿Por qué nos castigamos tanto?
¿Por qué, por qué, ¡por qué… nos sometemos!
a los estándares y prejuicios sociales?
¡sí ser feliz no cuesta tanto!
A veces disfrutar está allí a flor de piel
es como agarrar una fruta,
y tan sencillo como comerla…
un fruto del árbol, de una planta
es simplemente tomarlo y apropiarlo
¡en todo su esplendor y ya!
¡simplemente ya!
es eso y nada más…
la vida es un ratico
que convertimos
en una celda interminable
de agobios y desdenes
¡porque creemos que la vida
es la cárcel que nos hemos inventado!
la matriz que para nosotros han creado
y unidos a ella permanecemos conectados,
atados cual cordón umbilical, unidos al sistema,
¡solo recuerda que sí, la vida es un ratico, no más
y también podemos desconectarnos!
Es mirar el horizonte y dormir la mirada en él
en un amanecer o atardecer,
ver la luna regodeante, llenita,
como una pelota gigante
lúcida, imponente e hipnotizante…
comer algo que el paladar nos extasié
y de saliva se inunde como tsunami,
entre las paredes de nuestros cachetes…
solo imagina morder un limón jugoso y exquisito
o el deleite que mientras se deshace
en nuestra boca de a cucharaditas
como gotas de placer
un fino sabor que provoca
un flan de guanábana
o de feijoa probablemente,
cuando la magia solo ocurre
del que mi madre produce
y de sus manos provee…
mientras disfruto cerrando los ojos,
es casi un viaje instantáneo al cielo.
Entonces o también al ritmo del café
suave que a veces es o convierto,
en un tintico cerrero,
compañero fiel e infalible
aromatiza las palabras que escritas
voy devanando o discerniendo versos,
también el éxtasis
es contemplar un lindo gatito blanco
que sabiamente Horus han llamado,
o si me lees para ti cualquier michi,
peludo, puede ser, el o lo que tú desees…
los pajaritos volando y revoloteando
como muestra de la vida simple y feliz
pero existente ante nuestros ojos
que registran los momentos
en los gaveteros de nuestra mente
tal y como las videocámaras
así mismo van quedando,
en satisfacción que es todo un gozo,
nos damos el lujo de ignorar
porque invidentes somos, nos diluimos
en despreciados enredos y momentos
de la vida que no espabila
y que mientras ella pasa, nos va pasando el tiempo
espero que cuando levantes la mirada
aun lleno de vida te halles
y no surcada tu frente por el tiempo
paralelos tus ojos a ella
no divisan ni aprecian panoramas
en la distancia o la misma cercanía,
tal vez ni cuenta te des
que yace tu cuerpo en un oscuro hueco.
Daria ahora vida inmediatamente daría,
tu que eres tan real
como el hecho de no tenerte
como el gran David
caído del mismísimo cielo,
el amante de turno cibernético
muchas gracias por todo lo que me haces vivir,
rompes la rutina y conviertes los momentos en suculentos.