De nuevo mis dedos se mueven solos,
es triste saber que ni mi cuerpo controlo;
aunque más triste es saber que mi escritura siempre está fija en un solo polo:
El polo negativo reescrito por mí mismo como realismo,
tal vez por eso no siento ese magnetismo
que me apegue lo suficiente, para cambiarme, hacia una portadora de mi polo contrario.
Lamento estar tan al tanto de mi sitio,
admito que fue un error tomar a la razón como oficio,
entre más conocimiento más insignificante es mí sacrificio,
tal vez por ello aún no culmino mi trayecto de filósofo con el suicidio.
Sé que tal vez para este texto no sea propicio decirlo;
pero el precio de acercarse a la verdad te quita más de lo quieres,
por no decir todo lo que tienes.
Supongo que el valor de las cosas está en su sentido,
no mires lejos puede ser que descubras sinsentidos,
no vayas a ser de esos que maldijeron sus caminos:
Aquellos que vieron lejos y, para su descontento,
miraron más de lo que debieron,
luego quedaron ciegos,
asumo que es eso ver todo de la misma forma,
ver paisajes extraordinarios y grandes maravillas como sombras;
aunque desconozca porqué también se nublan las normas,
tus principios en un abrir y cerrar de ojos se deforman,
pierdes esa esencia implícita al hombre que te permite diferenciar las cosas,
ves de frente al espejo y ves una sombría imagen borrosa,
te das cuenta de que no perdiste poca cosa,
hasta que te preguntas: ¿Qué perdí?,
recuerdos nublados, aparentemente no almacenados,
te impiden acceder al pasado
y por si fuera poco el futuro se hace demorado,
en la espera de “un mañana” añorado,
tus días son idénticos en todos los estados
y los criterios de congruencia dictan esa secuencia a modo de sentencia,
sentenciado a seguir viviendo el mismo día,
como castigo el tiempo se vuelve tu enemigo;
Dirás: 《La atemporalidad es lo que consigo,
maldito sea, me maldigo, consciente de males venideros, constantes, eternos,
fuego inapagable, debe ser del mismísimo infierno,
condenado a ser incinerado con las mismas llamas
y restaurado en la misma fría y sucia trama,
sin poder acceder al desenlace que el público a alaridos aclama》
Reflexionarás: 《La omnisciencia se manifiesta a sí misma,
me queda claro al ser un ser omnisciente,
consciente de mi acto anterior porque sé cual es el siguiente,
como también de cuán escuálidos pueden ser mis esfuerzos al intentar buscar un futuro diferente,
así que la atemporalidad y omnisciencia no permiten seres omnipotentes》.
Desearás ser fuerte; pero hay algo dentro de ti que dice lo siguiente:
《“Si lo que no te mata te hace más fuerte”… entiende de una vez por todas a que se debe este déficit de fuerzas》
Concluirás: 《He hecho que mi propia alma retuerza,
hasta el punto que sucumba
después de haber cavado su propia tumba.
ahora entiendo, por primera vez, lo que es estar vivo,
curioso que lo entienda al morir》;
lo siguiente es cazar al ave fénix o morir por completo en el intento,
entendiendo que ya estás muerto
porque tu ser está incompleto,
una paradoja en su más vivo momento,
esperando ver en cuál extremo me convierto en una única parte de esta dualidad:
Ya sea un muerto post mórtem o un vivo con alma mórbida,
esperando en una sala de espera donde las Leyes del Sufrimiento gobiernan,
todo apunta a la primera, ¿Será esa?,
la segunda depende de la esperanza
y la esperanza está custodiada por el mañana.
los milagros en este infierno frígido no emanan,
abrir los ojos en “el mañana” se ha convertido en una utopía,
irónico es contemplar imposible la accesibilidad a un nuevo día,
pareciera que estás condenado a permanecer en esencia fría,
hasta que el tiempo decida: Si regresa como pena de muerte o regresa como amigo.
la decisión no es tuya, es el destino quien determinará tu camino.
no seas una víctima más del conocimiento.
entre todos mis lamentos, lamentó haber buscado la verdad,
tal vez un “fallé” pudo librarme de la tempestad,
pero “busqué” y “encontré” la verdad;
damnificado por la razón te advierto lo que me sucedió:
El conocimiento me mató y cuando concluyó no se dignó a asistir a mi velorio.