Cuento

La magia y el gato negro
que curan mis desventuras
se han comido mi silencio
para contar mis aventuras.

Por un largo camino sin fin
que no lleva a ninguna parte
por un perdido y duro adoquín
logré no encontrarme a nadie.

Pero viendo tantísima soledad
preferí regresarme de nuevo.
Aquí estoy otra vez majestad,
yo soy su más cariñoso perro.

Lástima que no se bien ladrar
ni quiero aburrir con el cuento.


Pixabay/FreeImages

5 Me gusta

Me ha gustado mucho. Es un bello poema.

Un abrazo, Eusebio.

:slightly_smiling_face:

1 me gusta

Muchísimas gracias aurorabcauro
Un cariñoso saludo