Y si mañana despierto
y el cielo violeta se tiñe de gris,
¿qué me queda por pedir,
desear o llorar?
Guiños lejanos que sólo miran temores,
y días futuros
cuya llegada nada me mueve.
Sonrisas recientes,
corazones nuevos
que pecan de ilusiones.
¿Campo de juncos,
girasoles o atrapasueños?
Espirales de estrellas,
polvos zafiro y ondas de ámbar.
El vacío del universo
viene a mirarse en el mar:
Si mañana soy nada,
deja que muera en tu brazo.