Y yo que te lo agradezco a la octava potencia
Unión de cielo y playa, un número coincidente vinculado al intimismo derivado de posturas psiqicas circunstanciales, la percepción individual hace que el poema sea un brote gestaltico, donde la mente, organiza el entorno, separa sujetos (en este caso en octavos) y focaliza las distinciones entre uno y otro desde allí establece una sub realidad, que sin ser verdad, es hermosa y genera gozo.
¡Un aplauso grande @wallacegere!
Te agradezco mucho las palabras, Xavier.
Un abrazo
¡Olé!
Gracias, guapa
Te saco la espina y te regalo una rosa
Mil gracias, bonita
Qué bonito, María.
Muchísimas gracias, amiga.
Y buen finde
Aquí estaré dando guerra, amiga
Emocionante poema. Un saludo.
Qué alegría me das, Aurora.
Muchísimas gracias, guapa
Gracias por estar siempre, amigo.
Abracitos
Es hermosísimo.
Un abrazo enorme.
Si el ocho se recostara se pondría a dormir para siempre.
Como siempre, versos hermosos, compañera; el ritmo en tus poemas nunca falla. ¡Saludos!
Muchísimas gracias, compañera
Me alegra mucho verte por aquí, Alejandro.
A ver si nos regalas algún poema…
Muchísimas gracias por la visita y el comentario.
Un abrazo
Encantador más allá en donde se verá al amado
Es mágico leerte… Me haces suspirar el alma.
Un placer, Mrs.
Espero que estés gozando de buena salud.
Cuídate muchísimo y disfruta.
Saludos.
Ahh, esa octava nube que rompe la monotonía del miedo, el tiempo nocivo que salta hecho pedazos…¿Quedan billetes?