López con más desatinos,
retiró lo de mezquinos
sin rectificar sus fallas
para tachar de canallas.
A todos sus detractores,
¿se habrán visto cosas peores
en un “presidente” en turno?,
Amlo ha perdido el rumbo.
Mostrando pasiones bajas
sigue amarrando navajas
con torpes discursos de odio
cuando se encuentra en el podio.
En lugar de conciliar
todo se le va en pelear,
en sobajar y más ofender,
por Dios ¿cuándo va a aprender?
Insiste en la violación
a libertad de expresión,
no quiere ser cuestionado
le encanta ser adulado.
Tal cual, cuando está en la plaza
pública, como en su casa,
no acepta críticas, . . . nada,
resultó de “piel delgada”.
En su eterno desvariar
ya amenazó con limpiar
benditas redes sociales,
¡qué impulsos tan radicales!
Todo me huele a censura
del diablo maldita hechura,
al veto del pensamiento
para que lo lleve el viento.
Trayéndonos la fragancia
de la abyecta intolerancia,
de la insana dictadura
que el mandatario supura.
Las ideas, credos, desangrar,
pues, hoy la boca hay que cerrar
nadie podrá decir algo,
¡si supiera el Cura Hidalgo!
Esto no nos puede ocurrir,
autoritarismo hay que abatir,
la libertad de expresión
es pilar de la Nación.
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Ciudad de México, a 29 de diciembre del 2018