Segmentos de un paisaje
esquinas que invierten
el laberinto improbable
de un viaje en vehículos del pasado,
cosas que imaginamos
depositadas en la secuencia de un amanecer.
Sectores de la imaginación
abreviando el viaje
cuando se sueña con milagros,
para luego, en un azar del viento,
solucionar el dilema de la verdad.
La misma figura que arma la palabra
la misma tonalidad discreta en una sola mirada.
Ahora que se advierte el horizonte
una línea continua
demarca el límite de todos los ensueños.
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Uff esa imaginación tan poderosa como etérea tan expresiva en la línea divisoria de tus versos, poeta!!!
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Muy cierto, nunca, o casi nunca soñamos con objetos del futuro (únicamente en los casos de paramnesia reduplicativa*) siempre la tendencia es soñar con objetos del pasado y la búsqueda del milagro en la creencia. Muy cierto @eternidad.
- Es lo que se conoce como dejá vu (francés).
Que es un ligero retraso en la comunicación de dos regiones cerebrales, que nos hace creer que un evento se ha duplicado.
Muchas gracias, Ana María, es muy interesante tu comentario.
Un gran saludo.
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Muchas gracias Domingo, aprecio mucho tu lectura y comentario.
Un gran saludo.
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La imaginación no conoce límites…
Hermoso tu poema!
Un abrazo, Héctor y buena semana.
Muchas gracias, María igualmente que tengas una muy buena semana.
Un gran saludo.
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