Te dedico tantos versos que el verano siempre ríe a tu alrededor. Te libero de todos los pecados y te coloco en el trono de la bondad y la luz.
Dicen que no hay ser humano sin defectos. Y bien, eso lo sé muy bien. Mentalmente descarto tus imperfecciones, dejando solo los aspectos positivos de tu alma.
Pero, ¿acaso solo existen los aspectos positivos de un alma? ¿Y toda la imagen que alberga una sola dicha? Si te moldeo con alegría y con todo mi ser, entonces realmente se alcanza la perfección.
Como escultor, te moldeo de canciones. Y cuanto más tiempo pasa, más te amo.