Siempre estuve atento
a cumplir sus deseos, sin chistar aceptaba
le cubrí sus caprichos
a su amor le di brillo cuando necesitaba.
Aguanté sus desaires
me humilló cuanto quiso todo le soportaba
y una tarde de pronto
me dejó cómo a un tonto sin hacer caso a nada.
Cuatro meses pasaron y esta tarde ha llegado
a pedirme hospedaje
no aguanté su cinismo y estalló mi coraje.
Explotó en mi interior ésa rabia guardada
no aguanté mi rencor la corrí de mi casa.
No la quise escuchar y arrojé su equipaje
ya no pude aguantar y estalló mi coraje.
Autor: Norber Camilo Velázquez
-Poemas de Norber-