La vida nace pidiendo
en una causa imposible
equivocar a la muerte,
torear sus embestidas
durmiendo sobre el carcaj
la flecha de polvo herida.
Con suerte, estiramos como goma
los abisales del gris,
creyéndonos diferentes
a esa briznas que en abril
movieron hasta las piedras
y hoy son semillas… de nuevo…
Condenados a los imanes del miedo
absorbidos en materia,
preguntamos a la tierra
y confiesa…
solo quedan dos opciones:
el relámpago y el trueno.
Dudas de seres rampantes
y moléculas secretas,
alargando las voces de los relojes;
contadores planetarios,
con transitoria virtud,
en brutal identidad.
Pedro…de momento. Agosto de 2023.