Hice un quiebre con mi sombra
para esquivar el dolor,
me abracé a los sentimientos
para entender el amor;
doblé una arista del tiempo
para proteger la voz
y en el columpio del aire,
se balancearon sedientos,
tantos versos polvorientos
escritos…
desde mi adentro.
En los límites del alma
navegué por emociones,
con renglones aturdidos
de suspiros y temores,
se acumularon heridas,
tantas batallas perdidas;
me acurruqué en las llanuras
de mis paisajes sin lunas,
me refugié en los aromas
de mis recuerdos de cuna.
En mis páginas abiertas
huele a cansancio y fatiga,
las nubes de mi conciencia
cabalgan buscando cima;
quedé atrapado en alambres
que apresaron mis pupilas,
quise coser los errores
para vencer a la vida.
Aún queda un poco de tiempo
para despertar de un sueño
y en mis límites profundos
con los vaivenes del mundo,
voy desplegando las alas
y entre latidos del viento,
escribiré mis historias…
con la tinta de mi aliento.