(Endecasílabos)
Aclara bien tus ojos me ordenó,
Así lo hice y me cayó la venda.
Como sol ardiente se encendió.
Pude ver otra vez colores nuevos,
atravesar y ver tras de las máscaras.
Una vez mas ser águila avizor
y ver cada movimiento en la senda.
Así miré por fin mi corazón
y nuestra larguísima y mutua ausencia.
Como un ángel, esta alma subió
para mirar bien y ver desde arriba
el valle duro y cruel de dolores
que por culpa y dolo se originó
sin la mutua y rechazada presencia.
Forjada pues la predestinación,
con los duros brazos como herramientas
porque en algún ojo ciego creció
lascas de miasmas de mal auspicio,
que hilvanaran luces de putridez,
levantando iras de algún señor,
Titán soy con el mundo a cuestas
Peregrino soy sin la bendición
que caminará, seguirá la senda,
sin alegrías en el corazón
y la pena de todos nuestros ayes,
por el penoso y áspero camino.
Obtener para todos redención
Y para ti, esa gloriosa meta.
Pixabay