uno se obsesiona
con darse voz
para bien o para mal
está el poema
estoy esperando
eso que llaman sombra
veamos cuánto dura este silencio
evadiendo elíseos
evadiéndose
siempre esperar
del otro lado
cocer el ombligo
de una cantera
veamos cuánto dura esta epifanía
en una sola lágrima
cuántas muertes
no le temo a la muerte
ya que de la muerte vivo
escupir la tierra de otro
bucear un adiós
veamos cuánto dura este soliloquio
a donde voy
van los almendros
río abajo
un paso no dado
dos martirios
ser a su vez un rosario
veamos cuánto dura esta ofrenda
a veces
se da de más
casi siempre
casi
y es, a fin de cuentas
germanía de almas
una luz
una zarza ardiente
ojos atentos
chiribitas llanas
una puesta de sol
una entrada
un camino
caminante
se hace al andar
soñador
se hace al vivir
profeta
se hace al…
¿qué…
no…
nonononononononononono
no… no…
concédeme
esa sonrisa tuya…
permíteme
divisar…
las edénicas diurnas…
» propongo la lluvia.