Sí.
es cierto,
estoy clínicamente vivo.
Respiro, duermo, como, camino…
Incluso,
en raras ocasiones, hablo.
Y pensarás que no es tan extraño.
En eso coincido contigo.
Entonces explicame;
Este vacío de alma que siento.
Las cenizas que me ahogan por dentro.
La certeza de las grietas que me sangran.
El lodo de tristeza que me arrastra.
El hastío de conversaciones absurdas.
Las películas que se vuelven burdas.
El frío antártico de mis sábanas.
El silencio sin tu llamada.
Donde carajo guardaste mi alegría?
Donde demonios se fueron aquellos días?
En que momento se me paró el corazón?
En que instante tuve razón?
Por qué las calles parecen extinguidas?
Por qué quieres que calle
si te dí mi vida?
Por qué lloro aunque ría?
Por qué muero cada día?
Si crees,
cariño,
que esto es vivir
Nunca entendiste ,
amor,
de que vale existir
Gran descripción de cuando el abandono y el desamor nos convierte en muertos en vida. Pero mientras quede un latido habrá esperanza.
Me ha encantado, amigo. Y el título me parece chulísimo 
.
Está guapísimo, Joan. Sí señor. Me recordó a la canción Pumpum, pumpum, de Aute. Un abrazo, amigo.
El amor nunca muere Mrs Wallace! Sencillamente se transfiere.
Graciassss como siempre querida un honor que te gusten mis humildes escritos😘
Puedes llamarme Wall (o como tú quieras), si quieres. Lo otro es demasiado formal 
.
Pues tuve unos años en los que escuché mucho a Aute. Pero, ciertamente, no me suena ese título.
Me honra que te guste amigo. Muchas gracias!!
Un placer llamarte Wall.
“Que el corazón es insensible
juran;
aseguran que ni siente ni padece
ni es otra cosa que una víscera,
bomba,
motor de no sé cuántos protoplasmas, plasmas…
blando reloj, encrucijada de venas y arterias,
metrónomo de sístoles y diástoles, pumpum
pumpum, mitrales, aortas, pumpum, pumpum,
infartos, arritmias, pumpum, pumpum, anginas,
amagos, pumpum, purnpum, pumpum
Soplos, insuficiencias, taquicardias
y coronarías…
Aurículas, ventrículos, etcétera, etcétera,
etcétera, etcétera…
Sí, parece que sí que no padece, sí,
parece que sí que no, que sí que no,
que sí que no, pero,
¡coño!,
dónde me duele tanto, dónde mata,
en qué célula o molécula del demonio
siento toda esta asfixia,
este dolor, pumpum, pumpurn, pumpum,
que me golpea, pumpum, pumpum, pumpum,
que me traspasa, pumpum, pumpum, pumpum,
que me crucifica, pumpum, pumpum, pumpum,
cuando TU me dejas, corazón.”
Ostias! Que curioso, alguna semejanza veo, pero juro que no conocía la canción
Este poema se desliza desde tu pecho hasta el nuestro, y nos hace más vivos.
No te calles nunca compañero (de hierros y letras)
Un abrazo
Mejoras el poema con esa respuesta amigo! Gracias , es bueno saber que estás ahí.