Piedras de la ciudad vieja
por la lluvia repicadas,
tantos pasos recorridos
las historias resonaban.
…
Como hielo derretido
se rompían los recuerdos,
mezclados con vino amargo
pedazos de pensamientos.
…
En esta calle hubo un guiño,
en ese café fue un beso,
bajo aquel árbol marchito
una puerta se cerró.
…
Lánguida tarde de abril,
oscuras por la alameda
pasan lágrimas furtivas,
vestigios de alguna pena.
Precioso poema. Hermosas pinceladas de una vieja ciudad llena de recuerdos.
Un abrazo 
Muchas gracias. Abrazos.
hermosa la ciudad de tus versos
Preciosos octasílabos, Rafa!! Esos recuerdos grabados en las piedras y las pisadas en el pavimento…nos llenan de nostalgia de otros tiempos. 
Un abrazo, amigo.
Ese vino amargo, esa pena qué bien contada…
Muchas gracias, Lidianny.
Las viejas ciudades nos dejan recuerdos en sus calles. Un abrazo, María.
Muchas gracias por tu visita. Saludos.
@Rraffa Que similar es esa Ciudad vieja en tu poema, al primer barrio de Montevideo del mismo nombre en el que viví anteriormente pero sigo visitando por mi trabajo. Hermoso, cálido y melancólico tu texto.
Me alegra que mi poema te lleve a otra ciudad vieja llena de recuerdos. Gracias por tu comentario. Saludos.
Muy bueno y rítmico.
Gracias por tu lectura.
Ostras… Me ha encantado.
No es muy habitual leerte en verso clásico y créeme que te ha quedado genial.
Bravo, Rafa.
De vez en cuando me gusta practicar algo de verso clásico . Muchas gracias por tu comentario.