Volvamos a tener una cita
que teniéndonos tan cerca nos sabemos tan poco.
Nuestras palabras solo son el principio de nuestras almas,
pero charlemos, bebiendo sorbo a sorbo nuestras miradas.
Bailemos a media luz tejiendo nuestras leves sombras,
meciendo en nuestras manos el amanecer.
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Qué propuesta tan bonita y romántica, Arthur.
Un saludo
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Con versos así es prácticamente imposible no acudir a cualquier cita.
Ese “teniéndonos tan cerca nos sabemos tan poco” es admirable.
Un saludo!
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Uff, qué belleza. Me encantó. Felicidades.
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Muchísimas gracias
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Muchas gracias, José. Tus palabras de dan ánimos
Gracias a ti por leer. Saludos
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Precioso remate final!
Saludos, compañero.
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Muchas gracias, María. Saludos
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