Le amé en Hokkaidō
bajo un naciente sol
de primavera.
Cálidas sus caricias
fundieron nieves
en el bosque Midori.
Se hizo la luz
sobre todas las sombras,
sobre la furia
febril de los monzones.
Entre los sugi
nació y murió un amor
de jade y fuego.
Islas dentro de una isla,
náufragos del mar de Ojotsk.
Entre gigantes danza de jade y luz en primavera.
Haiga: El Blog Verde
Bosque de sugi (cedro japonés) Midori
Qué alegría que te guste, amiga.
Y lo de puesta en lo japonés, solo son las ganas que tengo de ir, lo que voy leyendo para cuando pueda por fin hacer ese viaje que tuve que posponer por la pandemia.
Gracias, María
¡Qué bonito! Las fuerzas descritas, sus colores, sus aguas. He imaginado las islas, abierto los brazos, embebidos. De bendición.
Felicitaciones amiga @wallacegere !!!