Carta de otoño

Te escribo querida, en este largo otoño que acaba de empezar y tengo que reconocerte que te recuerdo cada vez más bella y que mi hambre de ti crece a porfía.

Es cierto que la distancia reviste de cierta belleza. Pero te confieso, triste, que me llena las manos de la soledad más espantosa.

Estoy mirando hacia el vacío. Creciendo marcha la congoja entumecida por el desconsuelo y el dolor de tu mirada ausente.

Se ha vuelto gris toda la luz; melancolías, con la tristeza grande de las anunciadas lluvias.

A veces, te confieso, sueño en una primavera sin los presentes males, con solo hacerme la ilusión de verte.

Hoy en mis labios ya no quedan mieles, pero si recuerdo que es tu boca un panal de dulce miel; que tu rostro es una boca de caricias, tu pelo suave cortina de humo, que las guardaba para mis adentros.

Brotan mis lágrimas, solas, por estar contigo. Tengo tantas cosas, tantas que decirte… que mis manos tiemblan con solo pensar en ti.

Tanto, que apenas puedo sostener el bolígrafo para escribirte.

Y es que, mi amor… te echo mucho de menos. Te quiero muchísimo.

Carta de otoño
Pixabay

5 Me gusta

que bella carta de amar, tan sentida, tan salpicada de nostalgia!

muy bella prosa compañero !

1 me gusta

Muchísimas gracias
Un cordial saludo

1 me gusta

Que bella, y desgarradora carta, llena de nostalgia y añoranza, muy romántica poeta!!!

1 me gusta

Muchísimas gracias, muy amable
Un cordial saludo

1 me gusta