Miro el canto
abrir la herida vertical
sobre la dermis escoriada
del misterio
atenazado
a los jirones
de mi alma amedrentada.
Muero de hastió
sobre las manos del horizonte.
Miro el canto
abrir la herida vertical
sobre la dermis escoriada
del misterio
atenazado
a los jirones
de mi alma amedrentada.
Muero de hastió
sobre las manos del horizonte.
Es un gusto leerte. Saludos cordiales.
Muchas gracias por comentarme, te mando un abrazo.