Cada cual a su paso
hacia Santiago el peregrino avanza
convirtiendo su vida en añoranza
si el trayecto se torna en un fracaso.
Puede que el interés resulte incluso escaso
cuando la fe se pone en la balanza
pero grande resulta la enseñanza
según se vea el caso.
Será también la Catedral la meta
que todo caminante con esfuerzo consiga
antes de dar al santo su saludo,
y desear al mundo le sirva de receta
para que a tiempo alivie su fatiga
si obligado se viera, antes de quedar mudo