Con ganas de seguir caminando
por este suelo pedregoso y enfangado.
Descalzo,
haciendo paradas en cada recoveco.
Buscando la pagina a cada momento,
penetrando en los cañaverales
que infectan las riberas,
consciente del instante, lúcido,
atento a las bifurcaciones.
Tengo ganas, muchas ganas
de liberar el ansía ante tanto sendero,
que llevan a lugares ruinosos y olvidados.
Creo que continuaré caminando,
con mi hato cargado de páginas en blanco.
Quedan tantos pasos,
que aguardo con ilusión
la llegada de nuevos paisajes;
pedregosos y enfangados
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Importante nunca dejar de caminar, a pesar de las piedras del camino. Buen poema, compañero!
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