Caminando ciegos hacia el fuego

Se extingue el sol,
mueren las
palabras,
y el silencio frío,
incrédulo,
llega sin avisar.
Descalzo sobre el hielo.

Se desnudan las
miradas,
arrojando a las brasas del fuego
sus ropas.
Arde la retina,
el reflejo de lo solitario,
lo inesperado,
lo breve y espontáneo.

Y nuestras manos
son como aguas;
una de mar,
la otra de río.
Fluyendo, fluyendo.
Huyendo.

¡Oh, cielo!
¡Disípate!
Olvida lo nuestro,
¡traslada los recuerdos al infierno!
Que se quemen,
que se pudran,
¡que tengan que hacer lo que mande el fuego!

Escapemos de noche
y que nuestro rastro sea disfrazado
en la oscuridad,
bajo penumbras.
Corramos desnudos,
sudando los recuerdos,
corramos desprendiéndonos.
Acudamos al llamado del fuego,
aunque terminemos cada uno en diferente infierno.

Corramos,
ardamos,
y para cuando así hayamos llegado al final,
nuestros ojos terminarán por quedarse
ciegos.
Ambos;
¡los dos!

Víctor Daniel López
< VDL >

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Precioso poema, compañero.
Sé muy bienvenido.

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Muy hermoso tu poema.

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Hermoso poema, compañero.
Bienvenido a Poémame!
Un saludo! :rose:

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Excelente compañero. Mucha fuerza y vitalidad.
Felicidades.

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