Perdidas en el silencio están mis palabras,
las siento dormidas en el regazo de mi mente,
callando lo prohibido,
callando lo infinito.
Crean habitaciones forzadas para esconder su pena,
y almacenan vestigios antiguos de desamores escondidos.
Perdonan al destino el haberlas callado,
y permanecen quietas, lejanas, tristes y dormidas.
Algunas veces hablan,
pero sólo para recordarme lo imposible de mis sueños contigo.