Fresa, menta adormecida
y sombras desesperadas,
atrapadas
en cabellos de sauce
sobre tus labios voraces
con caramelos de vida.
Aquí elijo mis armas,
vapor de sueño prohibido
cada vez que estoy contigo
maltratando la verdad,
sabes muy bien lo que digo,
no hay tregua, honor, piedad.
Danzan los espejismos,
trueno de un silencio alado,
adentrándonos en el exorcismo
de trigonometría exacta.
Yo no conozco otra sed,
tampoco quiero otra agua.
Tus magníficos versos fusionan elementos sensoriales y líricos para crear un retrato apasionado de la atracción y la conexión. Tu elección de palabras es como un caramelo de vida en una danza poética.