Todo se ha vuelto cada vez más triste,
a medida que pasan estaciones,
tardes desfiguradas, viejas sombras
que vigilan recuerdos moribundos;
que se resisten, tercas, obstinadas,
a hundirse en la distancia, en el olvido,
en el eco sombrío del espejo.
Los gritos, desgarrados, tan lejanos,
que todavía impregnan la estructura
de aquellas alamedas insondables,
patria desvanecida y sin historia,
certifican que todo ha sido en vano;
que nada se termina para siempre,
y los años reclaman su castigo.
Magnífico y desolado final…
Saludos, José Antonio.
Muchas gracias. La poesía es comunicación, belleza y, sobre todo, conocimiento. Haber vivido, con el paso de los años, nos da ciertas claves para entender el mundo y a nosotros mismos. Un saludo.
“patria desvanecida y sin historia,
certifican que todo ha sido en vano;
que nada se termina para siempre,
y los años reclaman su castigo”.
Excelente versar, @Pradoalto. He disfrutado mucho de la lectura.
Saludos.
Muchas gracias por tus amables palabras. Un saludo.
«Y los años reclaman su castigo» y sus poemas merecen premios. Aplaudo.
Gracias por tu elogioso comentario. Me alegro que te guste.
Versos que se clavan en el corazón, hay eternidades dolorosas que nunca son olvidos, simplemente se convive de la mejor forma posible con esos momentos inolvidables, poeta!!!
La memoria es imprescindible para seguir caminando,. Olvidar , sería volver a repetir.
Magníficos tus versos, el poema…cargados siempre de dignidad.
Saludos
Muchas gracias por aportar una visión esclarecedora del poema. Saludos.
La vida es la sucesión de las dos caras sucesivamente,
una tras otra, con igual intensidad
Gracias por tu visión del poema. Un saludo.