Regala un fin de fiesta
la letra “h”
que se sienta en tu puerta
como una silla de perfil.
El alumbrado público
demora en apagarse
o simplemente se deshace.
Afuera se masturban
los comensales buitres
de crudo amor impropio.
/Después de marear la aceituna,
escupen el carozo/
Y yo me pregunto:
-¿Volverás la vista esta vez?
¡Cuando aprendas a quererte solo!
Qué suave e inteligente se desliza el poema hasta la cruda rotundidad del verso final. Me ha gustado, Jéssica. Muchas gracias por “colgarlo”.
Masturbación palabra placentera pero poco pronunciada
Miedo a decir en voz alta pero en el silencio se siente como un volcán.
El amor propio existe.
Genial la manera en abordas este tema, un poema muy bonito.
Muchas gracias por conmoverte David! Saludos
Muchas gracias por tu disfrute Lidianny! Abrazo
Creo que tienes el talento de convertir cualquier sujeto en poesía y hacerlo con mucha elegancia. Me gusta mucho la naturalidad de las frases !! Disfruto mucho leyéndote !!
Gracias por tu tiempo y pensamiento, estimado Jean! 
Fascinante un abrazo enorme desde Madrid
Pero qué agradable que te haya fascinado! Atesoro ese abrazo enorme y te envío otro desde Argentina.
Gracias de corazón, Juan.
Wow, magnífico y el final aún más. Saludos cordiales.
Tardío “Feliz día del libro” para ti también, Alfonso.
Tantísimas gracias. 
Muy buen texto. Placeres “prohibidos” a pura poesía, íntima y oscurita.
Guau! Qué bueno…! Me ha encantado 
Gratitud, Gali. Gracias por dejar tu huella y más. 
