Brote psicótico

Oigo vuestras voces en el silencio.
Mis miedos y complejos
rellenan los huecos que hay
entre vuestras palabras.

Intentáis aparentar normalidad,
como si algo en mi mundo pudiera serlo
o si hubiera en mi un rastro de cordura.

Confesadlo,
tenéis miedo.
Nadie sabe
como puedo
reaccionar.

Ni siquiera yo.

Preferiríais que no estuviera ahí,
que hubiera muerto
en el útero de una mujer
flotando en estricnina.

No sé si lo viví,
pero aún recuerdo su sabor amargo.
Es extraño este veneno,
tan amargo como la vida.

Ven aquí,
abrázame.
Es insoportable
el silencio
de tu cuerpo
cuando intenta huir
de mi dolor.

Vuelve,
antes de que me descomponga
metido en una bolsa de plástico
en algún vertedero de residuos orgánicos.

Sólo tú me hiciste daño
y necesito matar a todos
para castigarte.

Ellos lo saben
y evitan mirarme a los ojos.
Piensan que, si no me ven,
dejo de existir.
Y sólo los más valientes
repiten tres veces mi nombre
reflejados en el espejo
del ascensor.

Soy extraño,
siento como se remueven
mis entrañas.

Es mi cuerpo,
rebelándose,
intentando detenerse,
intentando evitar
lo que está por venir.

Sólo quiero abrazarnos
en un incendio.
Poder arrancarme el corazón
para que no me hagas daño.

Sólo ver tus ojos derretirse
para que ya no puedan
mirarme de aquella manera.

Que nuestro sudor
sea gasolina
que avive las llamas
de nuestros recuerdos perdidos.

Aquellos en los que parecíamos
una foto de un bello paisaje
donde nuestros cuerpos
transmitían calor
y no,
como ahora,
el mío miedo,
el tuyo repulsa.

Una foto,
un paisaje,
tal vez Finisterre,
tal vez más allá.

En los mundos que no conocimos,
donde nos prometimos ser siempre felices.

Y la vida sólo era un camino por recorrer (juntos).

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Desgarradora introspección, compañero.
Muy bueno e interesante ese recorrido desde el miedo hasta los buenos recuerdos.
Saludos.

Muchas gracias :slight_smile:

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Un poco siniestro y crudo. El amor tiene muchas caras. Me encanta.

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