Pertenezco al viento, al viento
que me lleva de unos brazos a otros.
Los brazos de mis ancestros,
brazos de esta que soy y que no fui.
Brazos que llaman mi nombre.
Aunque la tierra me haya crecido
las raíces, pertenezco al viento.
Al viento que se ahueca el vientre
para dejarme habitarlo.
Las brújulas de todos los continentes
apuntan a coordenadas opuestas.
Pongo en alto las manos,
trazando con el índice un ocaso.
Me elevo más allá de los conceptos, ¿a quién pertenezco?
Al viento, al viento que me lleva
flotando de unos brazos a otros.
“Las brújulas de todos los continentes
apuntan a coordenadas opuestas.
Pongo en alto las manos,
trazando con el índice un ocaso.
Me elevo más allá de los conceptos,
¿a quién pertenezco?
Al viento, al viento que me lleva
Flotando de unos brazos a otros.”
Me alegra que a los jovenes tambien les guste la poesía y no solo me referiero a leerla; sino a construirla con los materiales y herramientas que su vida (no la de otros) les ha dado. Creo que algunos no tan jovenes ya… jajaja, seguiremos de cerca ese viento tuyo, para ver donde te deja…
Me ha gustado mucho. Sigue escribiendo.
Me alimento de la energía que me provoca leer comentarios como el tuyo, @Holderlyn para continuar aprendiendo.
Lo aprecio profundamente, que la poesía perdure en nosotros sin importar edades