Es en ese instante en el que
te encuentras con un muro levantado,
construido a conciencia.
Ya no tienen cabida las caricias de los domingos
sobre el colchón,
ni los helados sin avisar para merendar.
Tropiezas con su mirada y te das cuenta que se
escaparon los mejores momentos
sin haber sabido verlo.
Entonces te despides de los atardeceres,
los abrazos por la espalda y su olor
a perfume en la ropa.
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Bienvenida a Poémame.
Saludos
crudo realismo, amiga.
Saludos de bienvenida.
Gracias, es un placer.
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Bellos versos con un título muy sugestivo, esas pérdidas tan dolorosas!!! Saludos compañera!!!
Bienvenida, compañera! Saludos.