Bajo mis párpados
se oculta la noche sin estrellas
[ellas aparecen
ante aquellos que mueven mi alma].
Bajo los párpados
se oculta un azabache capricho
un destino
el pozo vacío
el manantial desbordándose
desde la cueva.
Dos perlas ónix
guardando celosas
el hechizo de la madrugada.
Bajo mis párpados
hay dos testigos
de prodigios celestes,
dos centinelas que han mecido
la cuna del pecado.
Se han vestido de inocencia
y han quedado desnudos de lujuria.
Han sido río
han sido mar…
Y silente consuelo.
Bajo estos párpados
han sido colocados
los portales de inspiración
de un alma rota…
El alma de un poeta, tiene el perfil de mil estrellas en la noche, en su destino le acechan números potenciados del uno al doce, la logaritmica cuesta del sosiego amenaza en descender, entonces se potencia de nuevo por la luz elemental que guarda celosamente bajo los párpados.
Yo le aplaudo poeta y admiro su profundidad poética.
Caray y uno se queda sin palabras al apreciar tus críticas Domingo, nos ‘malacostumbras’ a apreciar el afluente de tus líneas y uno sin duda aprende tanto de tu riqueza verbal como de tu forma de ver la poesía de cada quién, un abrazo fraterno @ludico1964