Bajo los chopos

Bajo los chopos
pacían las ovejas
tranquilamente.

Justo, a su lado,
un río se estiraba
muy perezoso.

Aquel ganado,
ovino, enamoraba
con su ternura.

En un meandro,
surgía de las aguas
una fontana.

Tú me enseñaste
la fuente misteriosa
y la probamos.

Líquido fresco
al labio enamorado
en plena tarde.

Nos refrescamos
la cara, en un momento,
y proseguimos.

El bosque espera,
decían nuestros ojos
y nuestras manos.

Y a él nos fuimos
mascando la ternura
de esos minutos.

Rafael Sánchez Ortega ©
16/02/21

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Un poema muy hermoso y bucólico, compañero! Me recordó a la temática de la novela pastoril.:rose::herb::wilted_flower:
Un abrazo, Rafael.

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Gracias María Prieto.
Un abrazo.

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